Hace poco pasé una mañana completa descubriendo que le lleva a una persona a comprar un snack saludable, para propuesta de comunicación de una marca.
Descubrí cómo había que comerlo, cómo era mejor conservarlo, qué ocurría si aparecían manchas blanquecinas e incluso jugamos a ver con qué combinaba mejor: ¿con dulce o con salado? ¿Después de comer o para llevar a la oficina? ¿Para adolescentes o para adultos? entonces pensé lo más fácil es preguntarle al dueño de la marca ESTOY SEGURA QUE SOLUCIONARÁ MIS DUDAS.
Se supone que los dueños más que nadie saben cómo vender su producto al resto, ¿no es así? Sin embargo, cuando llegó el momento no sabía qué decir.
Y en ese preciso momento ya no solo necesitaba DESCUBRIR las necesidades de los que comen el snack NECESITABA COMPRENDER a mi cliente, y ahí entra la habilidad de tener EMPATIA: Entendemos como se siente no tener las respuestas inmediatas, cuáles son las necesidades y que problemas necesitas resolver para poder comunicar de forma EFECTIVA.
Te imaginas tener claridad y certeza de lo que desea tu cliente y visualizar tu potencial para atraer más clientes?
Sabemos muy bien que tenemos que analizar y comprender ambos lados (a ti como marca y a tu cliente) más de lo que pensamos para determinar una estrategia clara.
Cindy Montiel